Viernes 16 de mayo, me tocó ir a Valencia. Desde Massamagrell salimos el sábado a las 07:00, en un grupo de 57 ciclistas, de toda España, para hacer el brevet de 600 km con un límite de 40 horas. Después de firmar y retirar el carnet, dejamos las mochilas en el furgón, para empezar una aventura nueva para mí. El Club Peña Ciclista Massamagrell, con Domingo Santos a la cabeza, tiene una forma diferente de ver estas salidas y se planifica casi todo, además, se intenta rodar lo más posible todos juntos. Opté por ir con el grupo con un descanso a la mitad, como la mayoría.

Las hormonas y las preocupaciones por las exigencias de la distancia, me quitaron el sueño la noche antes de salir. La mañana del primer día lo pasé algo apurado, pero poco a poco me di cuenta que no iba mal, incluso pude tirar del grupo en varios momentos.

En los puntos de control la organización tenía preparados ó reservada la comida, ahí nos reagrupábamos y salíamos en grupo para el siguiente tramo. Aprendí a ver el brevet en tramos, no como 600 km. Cada tramo es diferente, necesitas comer según el cuerpo te pide, recargar el GPS, ponerte crema en las nalgas, rellenar botellas y bolsillas del maillot, mirar cómo está el tiempo y el recorrido del siguiente tramo, etc.

Los primeros 160 km rodé en un grupo de 6 a 15 personas. A partir del segundo control nos reagrupamos a unos 20 – 30 ciclistas. En Castilla la Mancha las rectas son interminables, con un terreno ondulado y  el beneficio de rodar en grupo era muy claro, porque íbamos absorbiendo ciclistas y pequeños grupitos con velocidades considerables. A las 21:30 llegamos a Lagunas de Ruidera, a 300 km, preciosa, laguitos con cascadas. Luego ducharme, preparar todo, cena a las 22:30, hasta media noche entraron los últimos ciclistas.

A las 04:20 el despertador, desayuno y salida a las 05:30. Las piernas las tenía sorprendentemente bien, el segundo día el grupo principal se mantuvo más numeroso. Y en filas de 2 atacamos al viento, si te despistabas un momento te costaba recuperarte y acoplarte al pelotón. Llegué cansado, pero con sensaciones muy buenas, piernas muy bien, cansancio generalizado, culo con yagas. Un gran ambiente entre los corredores de p. ej.: Valencia, Coruña, Mallorca, Murcia, Madrid, Chile, etc.

Al final hicimos 591 km, sin contar la ida y vuelta al hotel en bici, en total 36 horas y 15 min, de éste 21:59 horas rodando, una media de 26,9 km por hora. Y 14:16 horas sin movimiento, por unas 10 paradas y controles, más de 10 pinchazos, 2 roturas de cadena, una desviación de carretera. Con unas 122 pulsaciones de media y 77 de cadencia.

Ahora me queda un 400 km, pero voy a hacer otro de 600 km, el 5 de junio, salida a las 20:00. Empezar de noche, rodar todo el día y entrar en la siguiente noche. Con otro chico voy a intentar rodar sin grandes descansos, para ver cómo nos aguanta el cuerpo. En Paris – Brest – Paris se suelen afrontar los primeros 550 a 600 km de esta manera. Y así, voy a prepararme para el “Gran Reto”.

Saludos,  Herman.