Suena  el despertado del móvil, otro día y es nuestra octava etapa, será la etapa reina, hoy abandonamos León y Castilla para entrar en Galicia. Mientras desayunamos intentamos pensar en positivo y esperar que hoy no tengamos ningún imprevisto. Empezamos a las 8:30 am, nuestros primeros km los hacemos por carretera con una ligera llovizna, por delante nos queda el durísimo ascenso a O Cebreiro con una altitud de 1296m. A medida que nos vamos acercando y en diversos pueblos por los que pasábamos nos recomendaban que hiciéramos esa parte del camino por carretera ya que por las lluvias la pista estaba muy mal y con las bicicletas era casi intransitable, además también la afluencia de peregrinos caminando por ella era demasiada. Así que   optamos por hacerles caso y continuar por asfalto.

A medio camino y como no hay dos sin tres se nos rompe un eslabón de la cadena, parece que Santiago Apóstol nos esta poniendo las cosas difíciles, pero como si fuéramos el mismo Macgiver reparamos y continuamos la marcha.

Nos acoplamos a un  chico Brasileño  que estaba haciendo el camino en bicicleta, charlamos un poco hasta llegar a lo alto de Ocebreiro, nos despedimos y continuamos hacia lo alto de Poio con 1335 m, tras unas fotos realizamos la bajada de unos 15 con mucho viento.

Hoy pasamos por muchas poblaciones pero casi sin paradas, fuimos alternando pistas y asfalto para llegar a Sarria.

Sinceramente queríamos llegar temprano para ver el partidote la final de la copa del Rey entre el Barcelona y Sevilla.