Inicio de sesión

Patrocinadores

 


Logotipo HolaFlor


Bar Restaurante Las Lagunetas

Participa

foroRegistrate y participa en nuestro

Se encuentra usted aquí

Inicio

Ruta en La Gomera con bicicleta

Torre Del Conde

Suena el despertador, son las 6:00 de la mañana, hoy nos vamos de ruta en bicicleta por La Gomera. Espero a nuestro  compañero Yeyo que me recogerá a  Carlos y a mi con destino el puerto de Los Cristianos donde nos encontraremos  con Sebastian, Paco  y Cesar. Un desayuno ligero y embarcamos en una travesía que dura  poco mas de 45 minutos. 
Nos bajamos del barco observando una "ligera brisa" en el puerto, aun protegidos dentro del coche buscamos un sitio donde dejarlo y prepararnos para realizar nuestra ruta con destino Valle Gran Rey. En cuanto abrimos la puerta nos dimos cuenta que aquella "ligera brisa" era una “ventolera” para hacer windsurf en Tarifa. Por mi parte hubo dudas en salir y así se los hice saber a los compañeros, sabía que si en la costa hacia ese viento en la parte alta tenía que ser terrible, acordamos entre todos que si la cosa se ponía fea volveríamos hacia el punto de partida.

El inicio lo hicimos en San Sebastian desde La torre Del Conde,  hacemos la foto de rigor y comenzamos a pedalear por la carretera general del sur con nuestras mochilas a la espalda llevando todo lo necesario para los dos días. Rodamos los primeros metros y me adelanto para sacar fotos, parece que el viento amaina, con una mano saco fotos y con la otra en el manillar sigo subiendo unos cientos de metros, de repente  un bandazo de aire casi me tira  ¡menudo susto!, no es que amainara el viento, es que estaba protegido por el barranco y no lo notaba, aprovecho el susto para parar y esperar a los de mas, los veo a lo lejos subiendo en línea. Cuando llegan a mi altura les grito que subamos con mucho cuidado y me engancho a ellos, entre bandazos de aire intentábamos mantener la bicicleta en vertical aunque hubo ocasiones que desafiábamos las leyes de la gravedad. Poco a poco metro a metro avanzábamos e intentábamos disfrutar de las vistas que teníamos, a lo lejos se veía Tenerife con el  Teide nevado, no perdíamos el humor y nos reíamos de las circunstancias, en ocasiones veíamos las caras de los extranjeros y los lugareños desconcertados por ver  a esos 6 locos subiendo en bicicleta con el mal tiempo que hacia, incluso tuvimos la ocasión de ver a un chico bajando con su bicicleta dentro de un taxi el cual se nos quedo mirando estupefacto al vernos. Llega la primera parada después de 15 kilómetros y 2 horas de pedaleo, lo hicimos en el restaurante llamado Degollada de Peraza, nos tomamos el cortado repusimos fuerzas y continuamos la marcha, de nuevo parecía que el viento se calmaba  pero a la altura del alto del Parque Garajonay  nos esperaba otro vendaval, era casi imposible cruzar este tramo ya que no teníamos refugio de pared alguno, veíamos la niebla pasar a una velocidad increíble, algunos lo pudimos pasar montados, otros a duras penas caminando ya que el viento les levantaba la bicicleta. Superado este tramo con algún que otro susto continuamos hasta el  kilómetro 20 donde cogemos una pista empedrada que nos llevara al Cedro. El inicio de esta pista nos dio la oportunidad de disfrutar realmente del viaje, entramos en un bosque húmedo de Laurisilva, árboles llenos  de musgo y con una  ligera niebla que nos envolvía.  

En el bar del Cedro, no nos pudimos resistir al vasito de vino, el escaldon,  potaje de berros y unas papas arrugadas con mojo picon. Continuamos  la marcha unos cientos de metros por donde vinimos y luego echando la bicicleta al hombro pateamos hacia La Ermita De Lourdes (este tramo es precioso). Desde aquí cogemos una pista ancha de tierra, tan espectacular como la bajada al Cedro, esta pista nos conduce a la carretera pasando por los Aceviños, desde este punto hacemos una subida hacia la carretera que nos llevara a Valle Gran Rey  pasando por Laguna Grande, una carretera serpenteante y con un desnivel que ponía nuestros discos de frenos a prueba. Llegados al pueblo de Valle Gran Rey nos hospedamos en los apartamentos Laurisilva, tras guardar las bicicletas y un baño reconfortante nos fuimos a cenar.

El segundo día no seré yo quien lo redacte, espero que algún compañero pueda hacerla.Ha sido un fin de semana para repetir, quizás en otras condiciones meteorológicas.

En este enlace puedes ver las fotografías..

 

 

Comentarios

Segundo día de ruta por La Gomera

 

      Durante la cena del primer día además de muchas risas, hablamos y valoramos la necesidad de hacer la vuelta en bicicleta teniendo en cuenta el mal tiempo previsto y el que nos habíamos encontrado ese día, al final tomamos una solución salomónica, la mitad volveríamos en bicicleta mientras que otros volverían a la Villa a buscar los coches y el más inteligente de todos se quedaría descansando en el apartamento.

   La vuelta de los compañeros que volvieron en guagua creo que fue la peor, una hora cuarenta y cinco minutos de travesía “conociendo” todos los pueblos que hay desde Valle Gran Rey hasta San Sebastián amenizados por la música de los Bajip de La Gomera. Los que la hicimos en bicicleta partimos desde La Calera a las ocho de la mañana después de un café con una fina lluvia que temíamos que fuera a peor en la cumbre, la subida en frio y con el fuerte desnivel empezó a ser algo dura pero marcamos un ritmo medianamente cómodo que nos permitió casi sin darnos cuenta salir del valle y llegar a Arure en una hora,  como vimos que íbamos muy bien de tiempo con respecto a lo previsto, desayunamos por segunda vez, de allí seguimos, ahora sin lluvia y con algo de sol, hasta Las Hayas, variando un poco la ruta del primer día para llegar a la carretera que atraviesa Garajonay rumbo a La Laguna Grande, a las 12 de la mañana estábamos ya compartiendo el tercer café de la mañana con nuestros compañeros que ya estaban de vuelta con los coches.  Quizás, lo normal hubiese sido dejar de pedalear y coger los coches pero…. al fin y al cabo estábamos allí para dar pedal y lo que nos quedaba era lo más sencillo, así que partimos rumbo a San Sebastián disfrutando del paisaje que no pudimos ver el día anterior debido a la niebla que había. Una vez pasada la Degollada de Peraza comenzamos a bajar hasta la Villa y en el recorrido todos pensamos lo mismo ¿cómo subimos ayer todo esto con el mal tiempo que había?

     Llegados a nuestro destino de vuelta sobre las dos de la tarde esperamos a que volviesen nuestro compañeros para embarcar de vuelta a casa. Como comentó Sergio, una ruta para repetir, donde la dureza del terreno se compensa con las risas y el tiempo compartido con los compañeros de pedal.