Para todos aquellos que nos siguen a través de esta web sabrán  que el plato fuerte de algunos componentes de PlatoChico son las rutas de largo recorrido en bicicleta de montaña, buscando siempre el máximo kilometraje y dureza pero sin olvidar la diversión durante las horas que estamos sobre la bici. Después de un parón, este fin de semana comenzamos a calentar bielas para nuestros próximos retos no competitivos. No ha sido una ruta con mucha dificultad pero si con una distancia considerable y desnivel medio. La ruta  partió desde La Caldera hacia San José de Los Llanos  ida y vuelta con un total de 95 km.

Aunque casi siempre vamos los mismos, esta vez se unió Pedro (Bike Center), David, y un gran amigo que hacia tiempo que no rodaba con el y con quien te irías a cualquier ruta sin pensártelo dos veces, se trata de Juan Carlos (Strike)

Una ruta tan larga da para mucho, la salida con 5 grados pero con un cielo totalmente despejado. Rodamos hacia Chanajiga entre el frió aire, buscando los rayos de sol que aparecían tímidamente  entre los árboles, aunque queríamos hacer las menos paradas posibles dos pinchazos en los primeros kilómetros rompieron esas expectativas. Continuamos nuestra marcha rodando por pistas húmedas hacia el Lagar, desde allí ascendimos  hacia Los Llanos del Hospital pegando algún que otro arreon para ver como andaba el personal. Nos reagrupamos en la casa del agua y desde allí directos hacia San José de Los Llanos, no sin antes reparar otro pinchazo más, luego nos comimos un merecido bocadillo y alguna que otra bebida “isotónica”.

Estábamos muy bien en el bar pero teníamos que regresar al punto de salida, continuamos por carretera y empezamos ascender hacia la pista Fuente Santa, aquí tuve una avería mas seria, el cable del cambiador trasero rompió, a duras penas pude llegar al Lagar donde Pedro me dejo el piñón fijo en la segunda corona de arriba. Subiendo iba bien pero llaneando me era imposible pedalear, ahí entraron los compañeros que hacían relevos para empujarme, a pesar de esta avería nos reímos un montón,(sobre todo ellos). 

Luego ya se sabe lo que toca, almuerzo aunque sean las cuatro de la tarde.

Ha sido un placer rodar con todos, las casi 7 horas que empleamos para terminar por culpa de las averías las empleamos en reírnos, comer, beber y sobre todo pasar un buen rato.