Se encuentra usted aquí
El viaje
Los preparativos se iban sucediendo con cierta tranquilidad pero las fechas pasaban inexorables, y cuando me fui a dar cuenta apenas quedaban unas semanas y muchos flecos que cortar. Fueron días algo frenéticos, empaquetando la bici y los bártulos, revisando los pesos del equipaje, viajando ya con la cabeza antes de pisar el aeropuerto… y finalmente llegó el día de la la verdad.
El 28 de septiembre salimos por el aeropuerto Tf Norte rumbo Madrid para, de ahí, cruzar el charco a Bolivia con unas pesadas escalas en Guayaquil, Ecuador, y Lima, Perú. Carlos y yo estábamos muy animados, al menos yo, algo nervioso. Ya sabía lo que era Sudamérica y no soy nuevo en los viajes en bici, pero era la primera vez que iba con alforjas y las características y filosofía del desplazamiento iban más allá de mis experiencias.