Una de las canciones más conocidas de La Gomera dice así … Dicen que te vas , dicen que te vas, para La Gomera, dicen que te vas, dicen que te vas, pero no me llevas. Con ese estribillo en la cabeza nos embarcamos siete componentes de PlatoChico hacia la segunda isla más pequeña de las islas Canarias para pasar dos días de convivencia, deporte, risas y disfrutar de su gastronomía.

El sábado día 4 comienza nuestro viaje, sobre las 6:40am nos reunimos para cargar las bicicletas en 2 coches y partir hacia el muelle de Los Cristianos. Desde allí directos a San Sebastián, durante el trayecto en barco ya se atisbaba que lo pasaríamos genial, muchas risas y un desayuno de lujo con una tartita de Santiago y dulces que trajo Don Paco ( Dar las gracias a Ana por tan suculento manjar).

Sobre las 9:45 llegamos al destino, aparcamos los coches en el muelle y armamos las bicicletas. Allí nos esperan varios componentes del C.C La Gomera ( Erica, Ruiman ...) que

quisieron acompañarnos y de esta manera enseñarnos algunas pistas y sitios que en otras ocasiones no habíamos visitado.

La ruta que realizaríamos el primer día seria la misma que el año pasado. Comenzamos  por la carretera TF-711  durante  7 kilómetros hasta llegar a la Majona donde veremos desde lo alto el paisaje de Chejelipes con sus tres presas. Desde este punto dejamos el negro asfalto para adentrarnos  en una pista de cemento de 2 km que picaba hacia arriba, luego tendremos  pista de tierra y algo  más de llano, para los que estaban aquí por primera vez se quedaron tan atónitos por las vistas como nosotros el año pasado, los barrancos, los palmerales, la isla de Tenerife con el gran Teide sobresaliendo son sencillamente espectaculares.

En Hermigua realizamos la primera gran parada para comer (en el resaturante El Silbo). Con el estomago lleno y con mucha calma nos enfrentamos a la subida pasando por Agulo y ascendiendo al centro de visitantes Juego de Bolas. En este punto realizamos la bajada al mirador de Abrante por una pista alternada con senderos que hicieron las delicias de los más técnicos.

Despúes del cortado retrocedimos y  continuamos hacia el monte del Cedro parando antes en la presa de Meriga, otro sitio mágico, sin lugar a dudas un sitio para visitar sí o sí. Las piernas empiezan a flaquear y con ellas el cansancio, pero sabíamos que nos quedaba poco y luego una larga bajada hacia nuestro destino Valle Gran Rey. Lo hicimos de noche con la luz de nuestros focos, con mucha precaución pero  al igual que cuando era de día disfrutando del paisaje pero  esta vez bajo las estrellas.

El trayecto duró 7 horas que dieron para mucho, como siempre en este tipo de rutas el pedaleo fue sin prisa. Llegamos a Valle Gran Rey sobre las 20:00pm, justo para una ducha y salir a cenar en una pizzería de la zona.

Domingo 5, después de descansar toda la noche (Al menos yo, a otros se les oía las risas hasta las tantas). Suena el despertador, son las 8:00am, tras preparar todo, nos vamos a desayunar. La ruta de hoy será guiada por Ruiman y Erica. Salimos de Valle Gran Rey por el único sitio que hay, la carretera, una ascensión de 11 km hasta llegar a Arure donde hicimos una parada para coger fuerzas, con dulces, refrescos y cortados. Tras el descanso fuimos al mirador para ver el pueblo de Taguluche. Continuamos por asfalto para posteriormente desviarnos hacia Las Hayas y El Cercado por sinuosos caminos y veredas. El trayecto se hace más ameno y estamos divirtiéndonos mucho con el trazado nuevo.

Continuamos hacia el Pinar de Argumame donde realizamos una parada para reponer fuerzas sacando lo poco que llevamos en la mochila. Desde este punto nos advierte Ruiman que para llegar a lo alto del Garajonay tan solo debemos recorrer 2 km, pero pagando un precio, que son rampas del 27%, y allá que fuimos. Algunos echamos pie a tierra, otros sin embargo consiguieron subir exprimiéndose al máximo (Yeyo, Ruiman. Toño, Sebas y Diego) por lo tanto el resto caminamos un poco. Las vistas desde aquí son preciosas, el día nos acompaña y está despejado, podemos ver el Teide al fondo.

Ya tenemos 28 km de ruta, y una gran sonrisa se nos dibuja en la cara ya que ahora toca "casi todo bajada". Con tan solo una pedalada la bici coge velocidad y vamos a todo trapo entre saltos, carrileras y pistas, de vez en cuando paramos para fotografiar el paisaje que tenemos antes nosotros.

Lamentablemente no podemos llegar a San Sebastián por ninguna pista transitable, así que lo hacemos por carretera haciendo una parada en el restaurante Inta para darnos el gran festín y celebrar los dos días de ruta por la Gomera.

Hace varios años que realizamos este viaje, pero el de este ha sido con diferencia el más completo, por los amigos, por nuestros guías, por las rutas y por todo lo que reímos.

Será muy difícil superar este año, pero eso lo dijimos el año pasado también y nos volvimos a sorprender. Desde el club  PlatoChico y sobre todo de los comapñeros que nos trasladamos a la isla, queremos agradecer  C.C La Gomera por enseñarnos  la isla y los sitios que estamos seguros que sin ellos no hubieramos visto.

En breve colocaremos las fotografías y el vídeo.