Nuestro barco Volcan del Teide parte desde el muelle de S/C de Tenerife, después de  sacar los billetes de embarque nos dirigen hacia la bodega de carga donde dejamos nuestras bicicletas hasta la llegada a Huelva.

Salida desde la Parroquia  Santiago Apostol (Huelva), km 0 de la ruta. La salida de la ciudad caótica. No cogeremos caminos de tierra hasta  casi 10km aproximadamente, luego comienza un largo y muy llevadero camino incluyendo vías verdes, donde se puede rodar muy rápido, aunque este no es el fin te dejas llevar por esas interminables rectas que aunque tu no lo quieras empiezas a rodar incluso muy por encima del velocidad máxima permitida en estas zonas.

Hoy nos levantamos un poco mas tarde, teníamos el desayuno incluido en el refugio y también había que esperar a que abriera una tienda de bicicletas para revisar un ruido en el pedalier de una de ellas y regular cambios en otra. Hora de salida desde Zafra: 10:00 am un poco tarde para empezar la ruta pero sabíamos que iba a ser mas llana.

Otra mañana mas y nos levantamos pronto para ver como solucionamos la avería del transportin. Amanece con mucha niebla y es gracioso ver a Guille intentando secar la ropa en el microondas, colocamos todo en las alforjas y decidimos desviarno 3 km de la ruta hacia San Gil para comprar un transportin en una tienda de bicis, pero mala suerte no tienen tenemos que seguir como estábamos.

Salamanca ciudad de "estudiantes", ya que los vi mas de fiesta que de otra cosa. Salimos temprano del albergue, que por cierto esta muy bien, es el albergue municipal, la única pega es que cierran a las 10:00pm y tienes que salir antes de las 8:00am, pero por lo de mas esta perfecto.  Como decía salimos temprano para poder llegar a Zamora para en este caso visitar una tienda de bicis y no la ciudad, habíamos quedado con su dueño para comprar un transportin nuevo y ponérselo a la bicicleta.

Es cierto eso que dicen... El que tiene buena noche, no puede tener bien día.

De nuevo anoche estuvo lloviendo, parecía el diluvio universal, era tal la fuerza del agua que incluso con los tapones de los oídos puestos seguía oyendo su sonido. Una vez mas me sentía inquieto por el día que nos esperaba al despertarnos.